El jefe del equipo Trackhouse MotoGP, Davide Brivio, ha compartido cómo su equipo americano jugó un papel importante en convertir a Raúl Fernández en un ganador de Grandes Premios.

El joven piloto español debutó en MotoGP en 2022 con Tech3 KTM, tras una brillante temporada en Moto2 en la que batió el récord de novatos de Marc Márquez con ocho victorias. Sin embargo, sus primeros años en MotoGP no fueron nada fáciles. La moto KTM tuvo problemas en 2022, y su cambio a Aprilia en 2023 tampoco trajo mucha mejora.

Fernández también tuvo que lidiar con varias lesiones, incluida una este año que afectó a sus entrenamientos de pretemporada. Hasta hace poco, su mejor resultado en MotoGP era un quinto puesto, que logró en dos ocasiones. Las cosas empezaron a cambiar cuando subió por primera vez al podio de MotoGP en la carrera al sprint del Gran Premio de Indonesia, seguido de otro buen resultado en Phillip Island. Luego, el pasado fin de semana, aprovechó las penalizaciones de Marco Bezzecchi para asegurarse la victoria en el Gran Premio de Australia.

Brivio explicó que la clave del éxito de Fernández era simple, necesitaba creer en sí mismo.

"El año pasado, cuando decidimos mantenerle en el equipo, creímos que podría convertirse en nuestro piloto más destacado mientras ayudábamos a Ai Ogura a crecer. Sólo necesitaba confiar en sí mismo, centrarse en el trabajo y aprender a aprovechar al máximo su tiempo en el garaje."

El inicio de la temporada 2025 fue difícil, ya que Fernández luchaba por sumar puntos. Pero Trackhouse siguió apoyándole, manteniendo conversaciones periódicas para encontrar formas de mejorar tanto su mentalidad como su rendimiento.

"Trabajó muy duro durante el invierno en su forma física, que era un punto débil el año pasado", explicó Brivio, "A partir de Le Mans, empezó a luchar dentro del top 10 con más regularidad. Después, nuestro objetivo era estar entre los siete primeros y, de repente, ¡subió al podio en las dos últimas carreras!".

Brivio dijo estar orgulloso no sólo de la victoria de Fernández, sino también de su creciente madurez y gestión de la carrera.

"Tras el podio de Mandalika, llegó a Australia lleno de confianza, y eso marcó la diferencia. Ahora cree de verdad en sí mismo".

Tanto para Fernández como para Trackhouse, esta victoria marca un importante punto de inflexión. Es la prueba de que con paciencia, trabajo en equipo y fe, el talento puede ganar.