Lewis Hamilton iba a participar en una prueba de neumáticos Pirelli con Ferrari el pasado viernes, pero en lugar de ello se quedó en casa para cuidar de su bulldog Roscoe, que había enfermado gravemente.

Roscoe sufría neumonía y le costaba respirar. Mientras lo trataban en una clínica veterinaria, su corazón se paró. Los veterinarios consiguieron reanimarlo, pero entró en coma y fue conectado a un respirador artificial.

El lunes, Hamilton compartió la devastadora noticia de que Roscoe había fallecido: "Después de cuatro días con respiración asistida, luchando con todas sus fuerzas, tuve que tomar la decisión más difícil de mi vida y decir adiós a Roscoe", escribió en las redes sociales.

"Nunca dejó de luchar, hasta el final. Me siento tan agradecido y honrado de haber compartido mi vida con un alma tan hermosa, un ángel y verdadero amigo".

"Traer a Roscoe a mi vida fue la mejor decisión que he tomado, y siempre apreciaré los recuerdos que creamos juntos.

"Aunque perdí a Coco [su otro perro, en 2020], nunca antes había tenido que sacrificar a un perro, aunque sé que mi madre y muchos amigos cercanos sí lo han hecho.

"Es una de las experiencias más dolorosas y siento una profunda conexión con todos los que han pasado por la pérdida de una mascota querida. Aunque fue muy duro, tenerlo fue una de las partes más bonitas de la vida: amar tan profundamente y recibir amor a cambio.

"Gracias a todos por el amor y el apoyo que habéis mostrado a Roscoe a lo largo de los años. Ha sido tan especial presenciarlo y sentirlo.

"Murió el domingo 28 de septiembre por la noche en mis brazos".

Roscoe era una figura muy conocida en el paddock de la Fórmula 1 y había seguido a Hamilton por todo el mundo durante años. Incluso tenía su propia cuenta de Instagram con cientos de miles de seguidores, donde los fans disfrutaban viendo sus aventuras dentro y fuera de la pista.

Hamilton hablaba a menudo de cómo Roscoe se alimentaba con una dieta totalmente vegetal, igual que él, y decía con orgullo lo mucho más sano y feliz que se había vuelto su perro desde el cambio. Los dos eran inseparables y Roscoe incluso se unió a Hamilton en la alfombra roja de los eventos de moda, convirtiéndose en una estrella por derecho propio.