Joan Mir ha dado otro importante paso adelante con Honda, consiguiendo su segundo podio con el fabricante japonés en sólo cuatro carreras. El resultado iguala su mejor resultado en Motegi y marca un punto de inflexión en lo que ha sido un largo y difícil camino con el equipo.

Aunque el podio de Mir llegó después de que Francesco Bagnaia sufriera un pinchazo, el fuerte ritmo de Mir a lo largo de todo el fin de semana demostró que realmente se había ganado su puesto en el podio.

Tras la carrera, Mir describió lo dura que había sido la lucha: "Ha sido una de las carreras más duras de mi vida", declaró a MotoGP.com. "Los neumáticos eran muy difíciles de gestionar -la moto derrapaba por todas partes, especialmente delante-, pero lo hemos gestionado perfectamente. Hicimos el 150% de nuestro objetivo, y eso sólo es posible cuando tienes confianza y buenas sensaciones con la moto."

Desde que se unió a Honda en 2023, el Campeón del Mundo de 2020 se ha enfrentado a una carrera difícil, a menudo terminando en la parte trasera de la parrilla o cayendo por completo. Sus luchas reflejan la batalla más grande de Honda para volver a la competitividad después de varias temporadas difíciles.

Mir reveló que ya había percibido potencial de podio durante la carrera Sprint, aunque una caída el sábado arruinó esa oportunidad. Decidido a resarcirse, pilotó con inteligencia en la carrera principal y cumplió cuando era necesario.

A pesar de los tiempos difíciles, Mir siempre ha creído en la visión a largo plazo de Honda: "Nunca tuve dudas de que Honda volvería", dijo, "Por eso, incluso en el peor momento, renové por dos años más. Confío en este proyecto y confío en esta gente. Cuando hay confianza en ambos sentidos, pasan cosas buenas. Es sólo cuestión de tiempo y de trabajo: estoy muy contento, y este podio también es para ellos".

Mir admitió que encontrar el equilibrio adecuado entre velocidad y seguridad sigue siendo complicado con la moto actual: "Después de la caída de ayer mientras luchaba por el podio, sabía que era posible. Pero con nuestra moto, la línea entre ser rápido y caerse es muy pequeña. Tenemos que arriesgar más en las curvas que los demás, pero hoy sólo quería terminar, y hacerlo con un podio sienta de maravilla".

El resultado no es sólo una recompensa a la persistencia de Mir, sino también una señal positiva para el desarrollo en curso de Honda. Después de años de frustración, tanto el piloto como el equipo parecen ir por fin en la dirección correcta.