Red Bull "sería ingenuo" si creyera que su flamante unidad de potencia de Fórmula 1 empezará a rodar en cabeza en 2026, admite el director del equipo, Laurent Mekies, que espera un primer periodo exigente cuando el proyecto entre en pista por primera vez.

A partir de la temporada 2026, Red Bull competirá con sus primeras unidades de potencia propias producidas por Red Bull Powertrains en Milton Keynes, desarrolladas con el apoyo técnico de Ford. Los motores abastecerán tanto a Red Bull Racing como al equipo hermano Racing Bulls.

Mekies afirma que enfrentarse a fabricantes consolidados como Mercedes, Ferrari, Honda y el recién llegado Audi siempre iba a suponer un riesgo, pero también una oportunidad.

"Sería ingenuo pensar que vamos a llegar a lo más alto de inmediato. Así que sabemos que vamos a pasar unos meses muy, muy duros. Muchas noches sin dormir, algunos dolores de cabeza, pero también forma parte del privilegio de estar asociado a este tipo de retos", dijo el jefe de Red Bull, citado por Autosport.

Red Bull recurrió a su propio programa de motores después de que Honda planeara inicialmente abandonar la Fórmula 1. El posterior fracaso de las conversaciones con Porsche hizo que el equipo se comprometiera plenamente a convertirse en un fabricante independiente, una decisión audaz que Mekies describe como típica de la ambición de Red Bull.

"Lo hemos dicho muchas veces: la decisión de hacer tu propia unidad de potencia, en ese caso para nosotros con el apoyo de Ford, es la decisión más loca que se puede tomar. Probablemente fue una decisión que sólo Red Bull puede tomar", añadió.

Con las nuevas reglas de la unidad de potencia destinadas a equilibrar el rendimiento y ofrecer un apoyo extra al desarrollo a los fabricantes que se queden atrás, Mekies cree que el potencial de Red Bull a largo plazo sigue siendo muy fuerte, pero tiene claro que el comienzo del camino no será fácil.