KTM tuvo una carrera difícil en el Gran Premio de Japón en Motegi, con su mejor piloto terminando sólo 11º. Era la primera vez esta temporada que ninguno de sus pilotos entraba entre los 10 primeros en una carrera dominical, lo que dificultaba sus opciones de superar a Aprilia en el segundo puesto del campeonato de constructores.

La principal esperanza del equipo, Pedro Acosta, luchó brevemente por el liderato en las primeras vueltas, pero pronto empezó a tener problemas. Tras mantener la segunda posición por detrás de Francesco Bagnaia, el ritmo de Acosta decayó rápidamente debido a problemas con los neumáticos. Cayó a lo largo de la parrilla y, finalmente, se fue largo en la curva 1 y terminó en 17ª posición.

Acosta admitió que no estaba seguro de lo que había fallado, pero sospechaba que la alta temperatura y los neumáticos más blandos habían tenido algo que ver: "Todos sufrimos de la misma manera, así que tenemos que mirar los datos y entender el problema", declaró tras la carrera a Crash.net. "Fui rápido en la calificación y en el sprint, pero en la carrera principal fue imposible recuperarme".

El fin de semana había empezado mejor para Acosta, que se clasificó cuarto y terminó tercero en el sprint, siendo el único piloto de KTM que sumó puntos. Sus compañeros de equipo, Brad Binder, Enea Bastianini y Maverick Viñales, terminaron todos en posiciones retrasadas.

Binder explicó que el "chatter" hizo que su carrera fuera casi imposible: "Hice una salida muy buena y tuve problemas con el "chatter" desde el principio. Y cuando llegué a la vuelta 12, explotó. Empezó a volverse loco y en cada curva de izquierdas tenía vibraciones masivas hasta que levantaba la moto en línea recta", declaró a Crash.net.

KTM se había mostrado prometedora a principios de verano, con podios tras una importante actualización aerodinámica, y se había acercado a Aprilia en la clasificación. Pero los malos fines de semana de Misano y Japón han dejado al fabricante austriaco a 26 puntos.

Viñales, que sigue recuperándose de una lesión en el hombro, también tuvo problemas de ritmo y agarre: "Sobre el papel, Motegi debería haber sido bueno para nosotros, pero ha sido uno de los fines de semana más lentos que hemos tenido", admitió a Autosport.

Bastianini, que se mostró fuerte a principios de año e incluso subió al podio, también se mostró confuso: "Desde Misano, parece que algo ha cambiado. La aceleración y la velocidad no son las mismas. Tenemos que volver a encontrar el rendimiento", dijo a los periodistas de Autosport

Para KTM, el fin de semana en Motegi fue un recordatorio de que el progreso en MotoGP nunca es sencillo. Así que, a falta de pocas carreras, la lucha por el segundo puesto en la clasificación de constructores será dura.