Max Verstappen consiguió su tercera victoria consecutiva en el circuito de Yas Marina el domingo por la noche, pero ni siquiera esa actuación dominante fue suficiente para impedir que Lando Norris se convirtiera en Campeón del Mundo de Fórmula 1 por primera vez y el 35º en hacerlo en toda la historia. Norris terminó tercero, y ese resultado le permitió "robarle la corona de tetracampeón del mundo por dos puntos" después de 24 exigentes rondas. Cuando se bajó del coche en el parc ferme, se sintió abrumado y admitió: "Oh Dios, hacía tiempo que no lloraba".

Norris habló abiertamente de lo que el momento significaba para él, empezando con un mensaje para el equipo y su familia: "No pensé que lloraría, pero lo hice. Es un largo viaje; es un largo viaje. En primer lugar, quiero dar las gracias a mis chicos, a todos en McLaren, a mis padres. No estoy llorando. Sí, mi mamá, mi papá. Ya sabes, ellos son los que me apoyaron desde el principio, así que. Parezco un perdedor".

Reflexionó sobre el largo camino que lo trajo aquí, desde unirse al programa de jóvenes pilotos de McLaren en 2017 hasta debutar en 2019. "Quiero decir, mira, ha sido un largo viaje conmigo y McLaren. He estado con ellos como nueve años y hemos pasado por un montón de momentos difíciles locos y un montón de buenos momentos."

Dijo que estaba orgulloso de poder devolver finalmente un título de pilotos al equipo, añadiendo: "Así que, para mí, sentir que puedo devolverles algo, ya sabes, es su primer [título] de pilotos en muchos, muchos años. Siento que he hecho mi parte por el equipo este año y estoy muy orgulloso de mí mismo por ello, pero estoy aún más orgulloso por todos los que espero haber hecho llorar".

La lucha por el título había sido intensa. Oscar Piastri lideró el campeonato durante 15 rondas consecutivas antes de que Norris recuperara el liderato en México. Verstappen contraatacó con una carrera implacable después de las vacaciones de verano, recortando una desventaja de 104 puntos con victorias en Monza, Bakú, Austin, Las Vegas y Qatar.

Norris admitió que la fuerza de sus rivales le presionó más que nunca: "Ahora sé un poco lo que siente Max y quiero felicitar a Max y Oscar, mis dos mayores competidores durante toda la temporada. Ha sido un placer correr contra los dos. Ha sido un honor. También he aprendido mucho de los dos, así que lo he disfrutado. Ha sido un año largo, pero lo hemos conseguido. Lo hemos conseguido y estoy muy orgulloso de todos. Ha sido una temporada increíble".

Norris aún tenía trabajo que hacer en Abu Dhabi. Perdió un puesto con Piastri en la salida y Charles Leclerc le atacó al principio. Red Bull trató de ayudar a Verstappen dando instrucciones a Yuki Tsunoda para retrasar a Norris, lo que llevó a Tsunoda a zigzaguear y empujarle fuera de la pista. Norris completó la maniobra con las cuatro ruedas fuera de las líneas blancas y fue puesto bajo investigación. Más tarde, dijo que no se había preocupado: "No tenía ni idea. No me preocupaba. Sabía que lo que había hecho estaba bien, así que no tenía nada de qué preocuparme. Sólo intentaba disfrutar del momento".

No hay mucha gente en el mundo, no hay mucha gente en la Fórmula 1 que llegue a experimentar lo que yo he experimentado esta temporada y este año, así que me alegro por todos. Estoy feliz por todos más que por mí, pero estoy locamente feliz".

Aunque el tercer puesto era suficiente para el título, Norris explicó que apretó hasta las últimas vueltas porque podía pasar cualquier cosa: "Sabía que era una carrera larga. Al final, ya sabes, lo que vemos muchas veces, puede pasar cualquier cosa", dijo, "seguí apretando hasta las dos o tres últimas vueltas. Podía aflojar un poco pero seguía queriendo luchar hasta el final y eso es lo que hicimos. Eso es lo que hemos tenido que hacer esta temporada, ya sabes, para que Max nos persiguiera todo el camino, para que Oscar nos alcanzara de nuevo al final. Desde luego no me han hecho la vida fácil este año, pero sí, estoy contento".