La carrera en Barcelona terminó en drama para Max Verstappen después de un choque con el piloto de Mercedes George Russell. A solo dos vueltas del final, tras un reinicio con el Safety Car, el piloto de Red Bull pareció ponerse deliberadamente en la trayectoria de Russell en la curva 5, lo que provocó el contacto entre los dos coches.

Antes del incidente, Verstappen estaba en una buena posición para terminar en el podio. Sin embargo, tras la salida del Safety Car, fue atacado rápidamente tanto por Charles Leclerc como por George Russell, que iban con neumáticos blandos, mientras que el vigente campeón del mundo iba con duros. Leclerc, tras un ligero contacto, consiguió adelantar al holandés para colocarse tercero, mientras que Verstappen tuvo que utilizar la escapatoria de la curva 2 para evitar golpear a Russell.

Red Bull le dijo entonces a Verstappen que dejara pasar a Russell, creyendo que podía haber ganado ventaja al salirse de pista. Verstappen, ya molesto por haber sido puesto en los neumáticos duros para el stint final, no estaba contento con esta orden.

En la curva 4, Verstappen redujo la velocidad para dejar pasar a Russell. Pero instantes después, al llegar a la curva 5, Verstappen aceleró de repente y se fue contra el coche de Russell, provocando la indignación de comentaristas y aficionados. El ex campeón del mundo Nico Rosberg incluso dijo que Verstappen debería haber sido descalificado por el movimiento.

Tras la carrera, Verstappen recibió una penalización de 10 segundos por parte de los comisarios, lo que le hizo caer del quinto al décimo puesto. También recibió tres puntos de penalización en su superlicencia de la FIA. Eso eleva su total a 11 puntos, a sólo uno de una prohibición de carrera, que se desencadena a los 12 puntos. Estos puntos de penalización permanecen en el registro de un piloto durante 12 meses, y el próximo conjunto de Verstappen no expirará hasta después del Gran Premio de Austria.

Inicialmente, Verstappen no mostró mucho arrepentimiento e incluso hizo un comentario sarcástico a Russell, diciendo: "La próxima vez, llevaré pañuelos", cuando se le preguntó si sentía que había dado un mal ejemplo a los pilotos más jóvenes.

Sin embargo, más tarde, Verstappen publicó un mensaje en Instagram para explicar su comportamiento. Aunque todavía no se disculpó directamente, admitió su frustración y dijo que la jugada "no estuvo bien."

Esto es lo que escribió al completo:

"Tuvimos una estrategia emocionante y una buena carrera en Barcelona, hasta que salió el coche de seguridad.

"Nuestra elección de neumáticos hasta el final y algunos movimientos después de la reanudación del coche de seguridad alimentaron mi frustración, dando lugar a un movimiento que no era correcto y no debería haber sucedido.

"Siempre lo doy todo por el equipo, y las emociones pueden estar a flor de piel. A veces ganamos juntos, a veces perdemos juntos. Nos vemos en Montreal".

El incidente ha desatado el debate en el mundo de la F1, con muchos cuestionando si el castigo de Verstappen fue lo suficientemente estricto, especialmente con una posible prohibición de carrera que ahora pende sobre él. Por si fuera poco, la FIA también admitió que el incidente original (salirse de la pista y ganar ventaja) ni siquiera se estaba investigando y que Verstappen dejó pasar a Russell básicamente sin motivo.